El pasado domingo, 14 de noviembre, celebramos con gran alegría la V Jornada Mundial de los Pobres a través de un desayuno con emprendedores donde compartimos con algunos propietarios de micronegocios de Colombia y celebramos un espacio fraternal por quienes más lo necesitan.
Luego de un año, marcado por el distanciamiento social, cuarentenas y cancelación de eventos masivos, este año El Minuto de Dios logró llevar a cabo la quinta versión de la Jornada Mundial de los Pobres, un espacio para pensar y orar por los pobres, acogerlos y servirlos, inspirados en el mensaje del papa Francisco.
Esta versión, liderada por la Fraternidad Minuto de Dios y con el apoyo de la Corporación Organización El Minuto de Dios, la Corporación Educativa El Minuto de Dios y la Corporación Industrial El Minuto de Dios, estuvo dedicado a los micronegocios debido a las dificultades vividas en términos económicos en el país por la pandemia por COVID-19, como un símbolo de ayuda de El Minuto de Dios hacia los más afectados por la pandemia, aunando esfuerzos por medio del programa MD Micronegocios.
La jornada estuvo enmarcada por la celebración eucarística presidida por el padre Camilo Bernal, superior de la Provincia Eudista Minuto de Dios, seguida de un desayuno que reunió a los asistentes para compartir, escuchar, y atender sus llamados de ayuda. A continuación, se presentó la obra teatral “Cuentas Conmigo”, que simbolizó el apoyo incondicional de Dios para aquellos que no pierden la fe en que las cosas mejorarán.
Finalmente, fueron presentados algunos casos de tres microempresarias invitadas a las que El Minuto de Dios les otorgó capital semilla para poder reactivar sus micronegocios. Nubia Paipilla, Ligia Sánchez y Lucía Garzón compartieron con los asistentes sus casos de vida y cómo El Minuto de Dios logró ayudarlas cuando su negocio más lo necesitaba, por el desplome económico a causa de la pandemia.
De esta manera, el padre Camilo Bernal afirmó que “en particular, es urgente dar respuestas concretas a quienes padecen el desempleo, que golpea dramáticamente a muchos padres de familia, mujeres y jóvenes. La solidaridad social y la generosidad de la que muchas personas son capaces, gracias a Dios, unidas a proyectos de promoción humana a largo plazo, están aportando y aportarán”.
Así, la V Jornada Mundial de los Pobres cerró con la entrega de mercados a los emprendedores invitados, como un símbolo de ayuda, fraternidad y apoyo incondicional por parte de El Minuto de Dios hacia los más pobres.